Un paseuco por Pedreña

Orilla sur de la bahia de Santander - desde el embarcadero de Pedreña hasta el pantalán de Dynasol (El Urro).

Esta pasada Semana Santa el tiempo no fue todo lo bueno que hubiéramos deseado, pero al menos nos respetó la lluvia y pudimos hacer varias excursiones facilitas, aptas para familias con niños.

El paseo que os cuento hoy se inicia en los muelles del Paseo Pereda de Santander. Además de los raqueros (como veis ilustran la cabecera de este blog), las empinadas calles que bajan perpendiculares desde General Dávila hasta la bahía, y la emblemática grúa de piedra, junto al Palacete del Embarcadero tenemos las taquillas de Los Reginas, empresa que gestiona el trasnporte marítimo de personas entre ambos lados de la bahía de Santander; hay gente que llama a estas pequeñas embarcaciones pedreñeras, ¿por qué será?.
Con uno de sus pequeños barcos cruzamos hasta el embarcadero de Pedreña, y al bajar nos dirigimos a la derecha hasta alcanzar, pasado el muelle, una senda costera que transcurre por la orilla Sur de la bahía en dirección Noroeste, hacia Peña Cabarga.
En el camino disfrutamos de unas magníficas vistas de la bahía en marea baja, con los mariscadores buscando en el fango el cebo, las almejas y demás productos que recogen cada día, y al fondo el perfil de la ciudad de Santander, capital de Cantabria, con los edificios más sobresalientes como la Catedral, el Banco de Santander, la mole del Palacio de Festivales, el prominente Hotel Real, e incluso se divisan por encima de las dunas del Puntal de Somo el Palacio de la Magdalena y la isla de Mouro, a lo lejos, en el ya abierto Mar Cantábrico.
En el camino pasamos junto al campo de golf municipal de Pedreña (construido por el ayuntamiento de Marina de Cudeyo en terrenos ganados a la bahía), y en varias ocasiones las bolas de golf zumban junto a nuestras cabezas....
Llegamos al final de nuestro recorrido sin prisas, paseando y disfrutando del paisaje y de la brisa marina en lo alto de un pequeño promontorio desde el que podemos ver ahora, además de lo anteriormente descrito, los terrenos al pie del monte de Peña Cabarga, Gajano, Astillero, la isla de Pedrosa, el Puerto de Raos, el barrio pesquero, e incluso a lo lejos el monte y la iglesia de Peñacastillo.
Con dias más despejados que el de hoy, en el horizonte se dibujan los perfiles nevados de las altas cumbres de los Picos de Europa.
¿se puede pedir más?.
Después de comer un bocata, vuelta por el mismo camino, otra vez los Reginas, y al llegar al Paseo Pereda, un helado de crema tostada y jaspeado moka, de Regma, por supuesto.

Y ahora las fotos (y un saludo para Ana, Julio, Agueda y Laura, que nos acompañaron en el paseo).






Por cierto, le dedico esta foto a mi compañero Jose (undelete). Hace unos dias hizo esta misma foto y me gustó mucho el resultado usando un teleobjetivo, ya que los teles comprimen mucho los elementos en la imagen, como esas galerías de las fachadas y la larga calle empinada que parecen estar a punto de aplastar a los coches que circulan por ella. Había intentado varias veces esta toma, porque cuando vas por el Paseo Pereda esa vista con la iglesia al fondo y las galerías a ambos lados llama la atención, pero nunca conseguí algo como la suya. Pues bien, creo que esta que acabo de procesar me gusta casi tanto como la suya (Jose, perdón por copiar, ya sabes que no es mi intención, simplemente es una foto que no me salía, y tuve que insistir, jeje).