Atrás queda Santa María la Mayor, nuestra primera iglesia del tercer día de visita a Roma, y ya hemos visitado la Escalera Santa y el Santa Sanctorum. Llegamos ahora a una amplia explanada, y frente a ella se levanta imponente la Archibasílica de San Juan de Letrán (San Giovanni in Laterano, o Archibasilica Sanctissimi Salvatoris), sede del Obispo de Roma (ya sabéis, el papa), catedral de Roma, una de las cuatro basílicas de la ciudad junto con San Pedro, San Pablo extramuros y Santa María la Mayor.
Sus dimensiones son impresionantes, casi tanto como las de San Pedro en el Vaticano, con una planta de su nave principal de 130x54 metros.
El templo original del siglo IV ha sufrido múltiples modificaciones, siendo su aspecto actual obra de la remodelación renacentista llevada a cabo por el arquitecto y artista multidisciplinar Francesco Borromini en el siglo XVII, que transformó su interior de acuerdo a los cánones barrocos de su época. La fachada es obra de Alessandro Galilei, y se construyó teniendo como ejemplo la fachada de Carlo Maderno en la basílica de San Pedro en Vaticano.
En lo alto de la fachada, grandes estatuas de siete metros de altura representan a Jesucristo flanqueado por San Juan Bautista, Juan Evangelista y otros santos.
En su interior, una gran nave principal con un altisimo techo artesonado de color dorado, suelos de mármol con preciosos mosaicos en estilo cosmatense, nichos con esculturas representando a los doce apóstoles, un gran baldaquino dorado que en su parte superior dicen que contiene una reliquia un tanto macabra (las cabezas de Pedro y Pablo), el ábside con mosaicos del siglo XVIII reproduciendo otros de época medieval, las naves laterales con notables capillas, el baptisterio, tumbas de papas, un claustro del siglo XIII con columnas en estilo cosmati. Sus tesoros son innumerables, y la visita te puede llevar toda la mañana. Pudimos visitarla con tranquilidad, había gente, incluso grupos guiados, pero no había aglomeraciones. Desde luego una visita imprescindible si visitas Roma.
A continuación os mostraré distintas visiones del interior de este magnífico templo, una selección de todas las fotografías que capturé aquella mañana. Con los auriculares puestos escuchando la audioguía, cámara en mano y deleitando mis ojos con el bello espectáculo de tanta obra de arte.
Los mosaicos en mármol de distintos colores que se pueden contemplar en los suelos de la basílica de San Juan de Letrán según el estilo cosmatense (diseño característico realizado por la familia de artistas Cosmati en el siglo XIII con mármol blanco e incrustaciones de pórfido rojo y verde haciendo vistosas figuras geométricas) son uno de los mejor conservados y mas llamativos. En una iglesia de ese tamaño el pavimento adquiere un protagonismo aún mayor que en templos más pequeños.
Bajo el baldaquino y el altar mayor (cuyo ara dicen es la losa sobre la que celebraban la misa San Pedro y los primeros papas) se encuentra la tumba del papa Martín V, y existe una estatua de bronce de San Juan Bautista.
El ábside de la archibasílica de San Juan de Letrán (San Giovanni in Laterano) (no accesible al público) fué reconstruido en el siglo XIX por Virgilio Vespigniani, haciendo más amplio el coro e incorporando dos órganos y el trono papal al fondo, bajo el mosaico del siglo XIII, reproducción del original del siglo IV.
Bajo el crucero y mirando hacia la puerta de entrada podemos contemplar la majestuosidad de la nave principal, y si os fijáis bien podeis distinguir los nichos que Borromini colocó entre las columnas para alojar unas enormes estatuas representando a los doce apòstoles.
Se puede comparar el tamaño de las personas que visitan la iglesia con las esculturas. Brutal.
Esta monja que pasa a gran velocidad me sirve como referencia de tamaño para que se pueda apreciar las dimensiones, por un lado de la iglesia, y en segundo lugar de las grandes estatuas de los apóstoles.
No os perdais el colorido de ese mosaico del pavimento en estilo cosmatense.
Mañana os mostraré a los apóstoles con más detalle. Espero que os guste la presentación que he preparado. Por hoy creo que es suficiente, aunque como dije al principio este templo tiene muchos detalles interesantes, esto sólo es un resumen de lo que alberga en su interior.
Y finalmente, ahora que habéis visto San Juan de Letrán a través de mi cámara, os invito a hacer una visita virtual a este impresionante templo, por cortesía del Vaticano.
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