Ayer cambié el blanco y negro por el color, apagado, del oxidado motor.

Hoy añadimos un poco más de color con esos guantes verdes, aunque la mirada se vea atraída por esa broca.
Cambiamos la vieja mesa de madera por una roñosa plataforma metálica, y seguimos con la magia de la luz de una pequeña linterna en la más completa oscuridad.

Os deseo buen fin de semana. El lunes seguiré con esta serie, y espero cazar buenas instantáneas en Campoo.......
2 comentarios:
Creo que te han quedado dos fotos magnificas, la segunda me gusta mucho la composición y la iluminación asi como la textura de la primera.
Un abrazo.
Me gusta mucho la sengunda.
Un saludo.
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