www.pedroferrer.com I facebook I twitter I tumblr I Google+ I 500px I pinterestYa hace un mes que regresamos de nuestro viaje por las tierras altas de Escocia, y en mi post-viaje estoy llegando al destino principal de nuestro tercer día.
Nada mas abandonar el barco que nos trajo aquí desde Elgol, pongo pie en tierra y salgo corriendo como alma que lleva el diablo. Mis compañeros de viaje me miran extrañados.
¿dónde vas con tanta prisa?.
Solo disponemos de una hora y media en este paraje lejos de la civilización, y quiero alcanzar el puesto de observación que tengo ya estudiado con las mejores vistas del lago. Quiero llegar antes de que el resto de turistas que nos acompañan en el barco invadan el paisaje.
Cruzo el agua del lago que se precipita en pequeños saltos hacia el mar y asciendo por la colina de rocas basálticas hasta tener la altura suficiente para dominar todo el escenario.
Mientras estoy haciendo esta fotografía, ocurre una de las anécdotas del viaje y que no puedo dejar de contar aunque sea un poco cruel. Uno de los turistas del barco, al verme desde esta atalaya, decide seguir mis pasos y se lanza a intentar cruzar el río. No es muy profundo, pero saltar entre piedras húmedas es complicado y el hombre al primer intento tropieza y mete los dos pies.
Insiste, ante la atenta mirada de su mujer y de mis compañeros de viaje, que se temen lo peor.
Al segundo intento vuelve a resbalar, y acaba con las dos piernas y los dos brazos hundidos en el agua.
Es tozudo, y al tercer intento resbala hacia atrás... y queda completamente sumergido en las frías aguas del Coruisk, asomando tan solo la cabecita.
En la orilla mi mujer y nuestros amigos contienen a duras penas las carcajadas, yo oigo el chapoteo desde allí arriba, y decidimos bautizarle como "el acartonao".
Como podeis imaginar, el resto del viaje, y aún en casa, a la vuelta, las aventuras del acartonao nos han provocado muchas muchas risas y buenos ratos mientras disfrutábamos de unas cervezas.
Somos malos, pero es que había que verlo volver al barco, chorreando.
Y la cara de su mujer, un poema.
Bueno, finalmente fuí el único "loco" que subió allí arriba. Ellos se lo perdieron ;-)
No se aprecia muy bien, pero aquí está el acartonao, a los pies de su mujer, jaja
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