Roma - Piazza del Popolo

La Piazza del Popolo, en el Noroeste de la ciudad, es nuestro siguiente punto de interés al final de la Via del Corso. Esta gran plaza empedrada de planta elíptica constituye el extremo Norte de las visitas turísticas a Roma, y se encuentra plagado de lugares interesantes concentrados en un mismo lugar.
Nos os lo había dicho, pero para este viaje nos "dotamos" de una audioguía de la ciudad en mp3 que nos sirvió para comprender mejor aquello que veíamos, y suplir así nuestra ignorancia, especialmente en cuestiones de arte e historia.
Pues bien, permanecimos sentados en esta plaza alrededor de una hora escuchando las explicaciones de todo lo que aquí se concentra.
Resumiendo: en esta Plaza del Pueblo tenemos, en su centro, un obelisco egipcio de granito rojo, (el obelisco flaminio), dedicado a Ramsés II, con una altura de 24 metros, traído a Roma
en el año 10 d.c. por el emperador Octavio Augusto desde Heliópolis, al Norte de El Cairo. Me parece increíble que hace más de dos mil años acometieran la tarea de transportar una mole de 235 toneladas, como mucho en tres trozos que suman una longitud de 24 metros, entre dos ciudades distantes más de mil kilómetros. Supongo que cargarían las piedras en una embarcación y cruzarían el Mediterráneo, pero la tarea me parece costosísima, y sobre todo estúpida. Todo por la gloria de un emperador, para mostrar su poder. Cuántas vidas quedarían por el camino para satisfacer los caprichos de semejantes personajes.
Pero bueno, que me despisto, este obelisco está situado sobre un pedestal flanqueado por cuatro fuentes con estatuas de leones de mármol. El obelisco estuvo originalmente en el Circo Máximo, pero fue trasladado a finales del siglo XVI a esta plaza. También me llama la atención que en Roma se han dedicado a trasladar fuentes y obeliscos de lugar, curiosa costumbre, no sé si les estorbaban en sus emplazamientos originales o es que no sabían qué hacer con ellos, pero estatuas, fuentes y obeliscos van de gira por la ciudad.

A ambos lados de la plaza encontramos dos grandes fuentes, la primera en el arranque de la Via Ferdinando di Savoia. Esta fuente representa a Neptuno y dos tritones.
Al otro lado, justo debajo de la colina del Pincio, tenemos la segunda gran fuente, dedicada a la Diosa Roma.
El siguiente elemento destacable en esta plaza está en el llamado tridente, lugar donde confluyen tres calles: La principal Via del Corso, en el centro , y Via del Babuino y Via Ripetta a ambos lados de ésta. En la intersección de estas tres calles se levantan dos iglesias del siglo XVII; las llamadas iglesias gemelas (chiese gemelle) Santa María dei Miracoli y Santa María in Montesanto, templos barrocos diseñados originalmente por el arquitecto Carlo Rainaldi y completadas por el omnipresente Giancarlo Bernini y Carlo Fontana.
La aparente simetría de ambos edificios no es tal, ya que los terrenos donde se asientan ambas iglesias no tienen iguales dimensiones y geometría, y se pueden apreciar disimuladas pero importantes diferencias entre ambas. El interior de estas iglesias no me gustó en absoluto, y de hecho no tengo ninguna fotografía.
Seguimos con el "sightseeing" de esta Plaza, y si dirigimos la mirada hacia el Norte, hacia la Via Flaminia, encontramos la Porta del Popolo, antigua Puerta Flaminia, entrada Norte a la ciudad imperial de Roma en tiempos de los emperadores, y posteriormente de los peregrinos que acudían a Roma desde la Edad Media. Esta puerta fué redecorada en 1655 por un tal Bernini ¿os suena?, se ve que el hombre tenía mano con el concejal de urbanismo de la ciudad, porque se llevaba todas las obras. Ojo, el diseño actual de la plaza elíptica, imitando la planta de la plaza de San Pedro no es "culpa" de Bernini, sino de Giusseppe Valadier en el siglo XIX (¿recordáis la Villa Torlonia?). Pero bueno, no hay que sorprenderse, hoy día entre Foster, Calatrava, Ghery, Moneo y media docena más se llevan todos los proyectos gordos.

Y como colofón a todas las cosas interesantes que encierra esta plaza, nos queda la pequeña Basílica de Santa María del Popolo, discreta por fuera pero que alberga un gran tesoro en su interior.......... eso ya os lo contaré mañana.
Ahora os dejo con varias vistas que encontré en la Plaza.

Buscando otro encuadre para el león.

Estas alemanas si que saben usar el león. Es curioso como nos entusiasma a los turistas montar a los leones, caballos y cualquier escultura de piedra, bronce o hierro que encontramos. Somos como niños, nos encanta la foto a lomos de una de éstas figuras, y si además podemos dejar nuestra firma cutre rallada en ella, incluyendo el año de nuestra hazaña, mejor que mejor.
Si, ya sé que les he cortado las cabezas, sus caras no me resultaban interesantes, prefiero ver el semblante de eterna paciencia de ese rocoso felino. Parece que esteé pensando "paciencia, ten paciencia, no dejan de montarme ni aunque esté lloviendo......"


El obelisco. ¿Veis en pequeñito el tridente?, pues en la próxima con más detalle.
El coche que se ve al fondo girando hacia la izquierda es un Aston Martin, y frente a él dos policías féminas de muy bien ver. Y todo esto lo veo desde el mirador de la colina del Pincio, al otro lado de la plaza, con el 70-200 y el sol de cara.

Aqui está Neptuno y sus tritones. Incluyo a los turistas para que tengáis una referencia de tamaño. la de la diosa Roma es aún más grande.


y llegamos a la iglesia, junto a la puerta, mas interesantes los turistas que la fachada, el anciano japonés con su doberman y el rapero del primer plano, imagino que esperando aburrido a que su chica salga de la iglesia esa donde a él no se le ha perdido nada....


Lo dicho, mañana entramos en Santa María del Popolo y descubrimos sus secretos...
ahora os invito a daros un paseo por la plaza:

Piazza del Popolo in Rome
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