Apenas si estuvimos allí dentro tres horas, 180 minutos, 10800 segundos, pero a la vista de todas las fotografías que os llevo enseñando la última SEMANA, incluida la anécdota teatralizada de la capilla sixtina, podéis imaginar lo intensa que resultó aquella mañana. No os quiero aburrir, así que hoy será la última serie dedicada a los museos vaticanos, y cerraré con una de las galerías más completas (atiborradas, incluso) de todo el complejo. El palacio Chiaramonti alberga una abundante colección de esculturas de época romana, principalmente bustos y figuras individuales de cuerpo entero. Seguro que todos hemos visto museos con similares obras de arte en cualquier lugar donde las antiguas civilizaciones dejaron huella, o bien colecciones de países poderosos que han "peinado" a otros más débiles y ahora exhiben sus "capturas" en amplios salones de sus ciudades.
Pero estas galerías tienen algo que las hace únicas. si os fijáis, las esculturas ocupan un lugar absolutamente secundario, eclipsadas por el propio edificio. Desde sus mágicas cúpulas y bóvedas, hasta sus suelos brillantes y pulidos con fantásticos dibujos de mosaico y mármoles multicolor, pasando por sus columnas y paredes recubiertas en mármol blanco y veteado, las galerías son todo un espectáculo para la vista, y las pobres estatuas pasan desapercibidas, incapaces de llamar la atención. Si yo fuera estatua, desearía reposar en una sala con paredes desnudas de cal blanca y suelos oscuros. Que te coloquen en este edificio es una faena.
Que lo disfrutéis, mañana salimos del Vaticano (eso sí, ya os conté que salimos por las grutas vaticanas y aparecemos en ............... San Pedro).
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1 comentario:
Unas imagenes impresionantes.
un saludo.
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