Diario de viaje. Día 1 Sábado.
Comenzamos la mañana dirigiéndonos hacia el Mausoleo de Augusto y el Ara Pacis en la orilla del Tiber, frente al puente Cavour. El mausoleo se encuentra en muy mal estado, sucio y descuidado. No visitamos el Ara Pacis, porque teníamos una larga jornada por delante.
La primera iglesia que visitamos en Roma fué la de San Ambrogio e Carlo al Corso. Comenzamos a alucinar con los techos, las cúpulas y la recargada decoración barroca. Además, durante la visita se estaba celebrando el inicio del curso escolar de algún colegio religioso, y los chicos que llenaban la iglesia, elegantemente vestidos, entonaban al unisono cánticos religiosos (sonaba realmente bien, auténtica música celestial).
Al salir nos dirigimos por la Via del Corso hacia la Piazza del Poppolo (plaza del pueblo), pero en el camino descubrimos otra preciosa iglesia que no estaba prevista en el itinerario pero que nos sorprendió por su belleza: Segunda iglesia - San Giacomo in Augusta. En esta gran plaza, además de un enorme obelisco egipcio situado en su centro con cuatro leones/fuentes a sus pies, vemos dos grandes fuentes en dos lados opuestos de la plaza, las dos iglesias casi gemelas que flanquean la entrada a la plaza desde la Via del Corso y la puerta del popolo, antigua entrada a la ciudad. Visitamos la tercera y cuarta iglesia (Sta. María dei Miracoli y Sta. Maria in Montesanto). Junto a la puerta visitamos la quinta iglesia, Santa Maria del Popolo, con un interior barroco y una joya escondida en su interior: tres cuadros del pintor Caravaggio realmente impresionantes.
Una vez extasiados con las obras de Caravaggio y su dominio de la luz, ascendemos por la colina del Pincio y atravesamos el bonito parque de la Villa Borghese, sin detenernos ya que lo visitaremos a la vuelta. Paramos a comer por el camino (porciones de pizza en una terracita, lo que llaman pizza al taglio) y después de comer alcanzamos la Villa Torlonia. En este bonito y tranquilo parque, además de los jardines, fuentes y estanques, visitamos la Casa de las lechuzas (Casina delle Civettere), antigua residencia de los marqueses de Torlonia con un diseño de cuento de hadas.
De regreso hacia el Sur, no dejamos de pasar y admirar las construcciones art-decó del imaginativo arquitecto Gino Coppedè en su Quartiere Coppedè, especialmente el arco que da entrada al conjunto y la Casa de las hadas.
Alcanzamos poco después Villa Borghese (no visitamos el palacio y su pinacoteca por ser necesario reserva previa y tener el programa muy apretado), atravesamos el parque por otro itinerario distinto al de la mañana, pasando junto a la puerta del Zoológico de Roma, y llegamos a la colina del Pincio con sus magníficas vistas sobre la Piazza del Popolo. Caminamos a esa misma altura sobre los tejados y las cúpulas de Roma hasta la sexta iglesia del viaje: Santa Trinidad del Monte. Frente a ella, el segundo obelisco, y bajo éste contemplamos la escalinata de la Piazza de Espagna y de frente la Via Condotti en plena actividad. Bajamos por la escalinata y sentados en ella disfrutamos del ocaso, para posteriormente recorrer la lujosa calle hasta Via del Corso, y en ésta comenzamos a entrar en las tiendas de segundo nivel, accesibles a nuestro presupuesto. Cena de camino al hotel y a descansar hacia las 23 horas, mañana Domingo nos espera madrugón para visitar el Vaticano.
1 comentario:
Buena data y el relato es claro y contundente que disfrute mucho! saludos!
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