Otra iglesia que no estaba prevista en el itinerario y que fue un agradable descubrimiento. Acabando ya el tercer día, llegamos a la plaza de San Bernardo para ver la Fuente de Moisés y Santa María de la Vitoria, y resulta que nos encontramos sin querer en otro lado de la misma plaza con esta iglesia de San Bernardo alle Terme, de planta circular, con una luz preciosa, absolutamente desierta y tranquila, y con una cúpula muy parecida a la del famoso panteón.
Otro techo maravilloso a mi colección (volveré a mis bancos, pero en Roma ganaron los techos y cúpulas).
¿Quién dijo que todas las iglesias son iguales?. Desde luego en ningún lugar disfruté de tanta variedad arquitectónica como en esta ciudad de Roma. Los estudiantes de arquitectura deberían visitarla como una asignatura obligatoria.
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