Roma - Santa María in Aracoeli

Después del pequeño descanso del fin de semana con las fotografías de humo, que os han gustado mucho por lo que me dicen, retomo la serie romana, que ya alcanza su cuarta jornada.
Comenzamos la mañana como todos los días, a las 8 desayunados y a patear la ciudad.
Hoy será nuestro día temático de la Roma Clásica, pero antes visitaremos la iglesia de Santa María in Aracoeli, o Santa María del Altar.
Este templo, situado en lo alto de una de las colinas más sobresalientes de Roma, el Capitolio, nos espera al final de la imponente Escalera Aracoeli, con sus 124 empinados escalones de mármol. Allá arriba, entramos en la iglesia y nos encontramos en una sombría nave diáfana con dos hileras de columnas y un bonito artesonado en su techo que conmemora la batalla de Lepanto.
Visitamos la iglesia completamente solos, ni un alma en su interior, ni turistas, ni religiosos, nada, todo el templo en sobrecogedor silencio para nosotros. Lo curioso es que junto a ella, en el exterior, la gente se agolpa en la plaza del Campidoglio esperando para entrar a los museos capitolinos, que no abren hasta las nueve de la mañana.
Pero no se les ocurre asomarse a esta iglesia que data del siglo sexto, a ver frescos renacentistas de artistas como Pinturicchio, Donatello, una reliquia milagrosa; "el Santo Bambino", tallada en madera de olivo procedente del huerto de Getsemaní, las 22 milenarias columnas de mármol, nada. El comportamiento de los turistas/rebaño en esta ciudad es incomprensible para mí. Vienen a visitar una ciudad que destaca en el mundo por su incalculable concentración de historia y arte, y no se molestan en saber qué demonios hay allí donde se encuentran. Vivimos en la "Era Rápida".
Comida rápida, cultura rápida, transporte rápido, comunicaciones rápidas, dinero rápido, fama rápida, relaciones rápidas....
Y ahora llega la crisis, y nuestro tren de vida descarrila violentamente, y se para de golpe, y no sabemos vivir a menos velocidad...
No soy nadie para dar consejos, pero si tienes intención de visitar Roma, no pretendas verla en tres días, necesitarás al menos una semana para ver lo más importante. Si haces un viaje relámpago, te irás con una imagen distorsionada y completamente falsa de lo que esta ciudad ofrece al visitante.

Bueno, su techo, cómo no:


Y las vistas desde la escalera Aracoeli en visita virtual panorámica de 360º interactiva:

Santa Maria In Aracoeli in Rome