
Ejercicio de composición que surge espontáneamente. Paseando llego a un cruce, giro la cabeza a la derecha y veo a los dos ancianos sentados, con sus bastones paralelos, la ventana, el muro, las líneas de la acera, y cuando voy a disparar, pasa la señora y les dirige una mirada; un triángulo perfecto entre ellos.
En callejeras, muchos disparos van a la basura, pero lo que parece impulsivo poco a poco va teniendo sentido, y el ojo se acostumbra a ver patrones, lineas, contrastes. Voy a poner un croquis con mi interpretación de la foto.

Espero seguir ilustrando algunas de mis fotografías con estos análisis de composición que puedan ayudar a compañeros fotògrafos no solo a disfrutar de las fotografías sino a comprender los aspectos técnicos que, voluntariamente o por instinto, intervienen en la decisión del encuadre y el momento adecuados, eso que ni la cámara más sofisticada del mundo es capaz de hacer (de momento), y que afortunadamente nos hace únicos y define nuestro estilo.
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