domingo, 28 de noviembre de 2010

Roma - Santa María della Concezione dei Cappuccini

Roma - Santa María della Concezione dei Cappuccini
Os voy a enseñar algo muy friki, de mal gusto y hasta terrorífico. Esta iglesia que veis, la de Santa María de la Concepción de los Capuchinos, tiene una bóveda que no está mal, con su fresco y demás, pero visto lo visto no es sobresaliente en una ciudad como Roma.
Lo interesante de este templo se encuentra en un oscuro pasillo que conduce a la cripta....
No, no es jalogüin, ni carnaval, no es un decorado de una película de terror de clase B, todo lo que vais a ver a continuación es real.
Roma - Santa María della Concezione dei Cappuccini - Cripta - Capilla 1
Roma - Santa María della Concezione dei Cappuccini - Cripta - Capilla 2
Roma - Santa María della Concezione dei Cappuccini - Cripta - Capilla 3
Roma - Santa María della Concezione dei Cappuccini - Cripta - Capilla 4
Es costumbre en la iglesia católica enterrar a sus sacerdotes en los propios templos donde vivían y trabajaban. Desconozco si aún sigue vigente esa costumbre, pero bajo suelo santo hay multitud de tumbas cubiertas por las losas de piedra que los fieles pisan cuando acuden a la iglesia. Los papas deben estar todos ellos enterrados en el interior de iglesias.
Pero los frailes capuchinos querían ir más allá, y se les ocurrió una brillante idea; ¿qué tal si profanamos las tumbas de los cientos de pobres frailes enterrados bajo nuestra iglesia y con sus huesos decoramos una lúgubre galería de la muerte con macabras composiciones de muy mal gusto, y de paso cobramos una entrada a los turistas que vengan a verlo?.
Pues nada, dicho y hecho, una viejecita devota de los capuchinos cobrando la entrada, el consabido "NO FOTO, MEJOR GUARDA TU CÁMARA Y A LA SALIDA YA TE VENDEMOS NOSOTROS UNAS POSTALES ESTUPENDAS", y cinco capillas a lo largo de un pasillo a cual más macabra, horrenda y espeluznante.
A estas alturas del viaje, por supuesto la prohibición de hacer fotografías me la pasé por el forro, (si fui capaz de revolverme contra varios gorilas en el vaticano, una viejecita no era rival para mi), así que disparé a placer, sin cortarme, eso si, a ISO1600 porque había muy poca luz.

Y ahora una pequeña reflexión; me imagino el revuelo, alarma social, crítica feroz, tertulianos ofendidos, manifestaciones y oenegés que se echarían a la calle si a alguna otra agrupación de seres humanos, sean jugadores de petanca, asociación de vecinos, religión alternativa, secta, partido político, tribu ancestral o grupo de frikis se le ocurriera hacer algo parecido con restos humanos. Habría condenas de la onu, enérgicas protestas de los políticos de todos los colores, intervención de la policía, el ejército y los servicios secretos para capturar y juzgar públicamente a los responsables de profanar esos restos humanos. Los culpables deberían indemnizar con una pasta a los descendientes de los pobres dueños de esas osamentas, y el hecho pasaría a engrosar la historia de la crónica negra.
Pero en este caso, ya sabéis, con La Iglesia hemos topado. Puedo entender que en la época en la que se cometió semejante atropello el poder de esa congregación religiosa fuese tal que nadie se atreviera a levantar la voz y oponerse a esa aberración, pero desde entonces ha llovido mucho, y en el siglo XXI esa galería del horror está abierta al público con el consentimiento de las autoridades italianas. ¿Creéis que pagarán impuestos al ayuntamiento de Roma o al estado italiano por la recaudación de esa taquilla?.
¿Tendrán las licencias municipales para mantener abierta semejante actividad?. ¿Y si es así, qué reza en tal licencia como actividad -sala de arte - cementerio al aire libre - carnicería - anticuario - taxidermista? ¿están identificadas las personas que yacen allí esparcidas por las paredes y el techo?. ¿dieron su consentimiento los difuntos para que sus huesos se convirtieran en una lámpara?. ¿puedo hacer lo mismo en mi garaje con los huesos de mis vecinos?.....
Se me ocurre una idea: en los últimos años tenemos en España una polémica con los muertos durante nuestra última guerra civil, muchos de ellos abandonados en fosas comunes.
¿Qué tal si recuperamos todo esos huesos, de ambos bandos, y le pagamos 500.000 euros a algún mamarracho bien relacionado, de los que subastan sus "obras de arte" en galerías caras, para que nos haga una estupenda escultura al estilo de estos frailes como una alegoría a la unión de los pueblos y las pueblas, entrelazando los huesos y las huesas de los rojos y las rojas y los nacionales y las nacionalas, en una fusión sin fin que sirva a las generaciones venideras para reconciliarse para siempre y avanzar juntos por el futuro de España, dando un ejemplo de progresismo y buenrollo para todo el mundo civilizado y tal y tal.
La obra se podría colocar sobre un gran muro en la mediana del Paseo de la Castellana de Madrid, y así todos los madrileños, el resto de españoles cuando vamos a la capi y los turistas podríamos contemplar esos huesos y emocionarnos ante tanta belleza.

No, no se me va la olla, pero culpo de esta barbaridad a los políticos, y me indigna que se permitan cosas así.

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1 comentario:

Lito dijo...

Lo de los huesos es apabullante. Hay que tener una mentalidad muy extraña para intentar hacer arte con ellos.
Saludos.

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